Estas publicaciones conforman un estante -al que no me atrevo a llamar biblioteca- dedicado a la investigación, la ficción y la fotografía.

DIOS ES UN PELIGRO

Galería

La bahía aplaude su estirpe de neón. El coloso exhibe su gula. Las vacaciones son de oro y los cimientos: de dulce de leche. 


Hipnotizado, me tenían. 18 por caja. La edición de lujo. Octogonal, de lata. Cuchillo en mano, con mi familia, repartíamos exactos el tesoro. Cinco energúmenos con la boca llena de matemática. Los de nuez eran los más ricos. Y más ricos, los que en el Edificio Havanna tenían llave. En mi fantasía, el Consorcio, cada mañana repartía, piso por piso, una caja para el desayuno. 


Regresé a Mar del Plata muchas veces. En invierno. De adulto. Nunca me dio el cuero. Hasta que un día, peso sobre peso, pude calmar a mi niño bestia.


Desde el piso 38 juré bondad ante una tormenta, me volví un calamar ante el rosa y naranja del amanecer. Durante un mes, el asombro fue quitándole varias cabezas a las nubes. La mandíbula no dejaba de caérseme. Las gaviotas alzaban vuelo debajo de mis pies. Sentado en el balcón, salvé la memoria hasta volverla cinemascope. 


De existir los ovnis, que aparezcan ahora. De abandonar Japón, que Godzilla emerja en este instante. Una temporada sin párpados. El horizonte es un escenario y Dios se calzó el conchero. 


220 páginas

© DK Editor

2023


Por decisiones conceptuales de diseño se recomienda su visualización a doble página. Descargue de forma gratuita la siguiente app:

https://heyzine.com/es/flipbook-app

Dios es un peligro

$10.000,00

Ver formas de pago

DIOS ES UN PELIGRO

Galería

La bahía aplaude su estirpe de neón. El coloso exhibe su gula. Las vacaciones son de oro y los cimientos: de dulce de leche. 


Hipnotizado, me tenían. 18 por caja. La edición de lujo. Octogonal, de lata. Cuchillo en mano, con mi familia, repartíamos exactos el tesoro. Cinco energúmenos con la boca llena de matemática. Los de nuez eran los más ricos. Y más ricos, los que en el Edificio Havanna tenían llave. En mi fantasía, el Consorcio, cada mañana repartía, piso por piso, una caja para el desayuno. 


Regresé a Mar del Plata muchas veces. En invierno. De adulto. Nunca me dio el cuero. Hasta que un día, peso sobre peso, pude calmar a mi niño bestia.


Desde el piso 38 juré bondad ante una tormenta, me volví un calamar ante el rosa y naranja del amanecer. Durante un mes, el asombro fue quitándole varias cabezas a las nubes. La mandíbula no dejaba de caérseme. Las gaviotas alzaban vuelo debajo de mis pies. Sentado en el balcón, salvé la memoria hasta volverla cinemascope. 


De existir los ovnis, que aparezcan ahora. De abandonar Japón, que Godzilla emerja en este instante. Una temporada sin párpados. El horizonte es un escenario y Dios se calzó el conchero. 


220 páginas

© DK Editor

2023


Por decisiones conceptuales de diseño se recomienda su visualización a doble página. Descargue de forma gratuita la siguiente app:

https://heyzine.com/es/flipbook-app

Mi carrito