MIEL Y UNA NACHAS
Jugueterîa
Sin poder evitarlo, nací teniendo dos hermanos. La versión de mi madre es que estaba demasiado ocupada con las demandas de Javier y César, por lo que después de darme la mamadera, me acostaba en la cuna y prendía la radio para que me hiciese compañía.
Con el paso de los años, recuerdo una infancia feliz. Delante del televisor. “La mujer maravilla“, la Señorita Peel de “Los vengadores“ y “La mujer biónica“. Todas protectoras, todas poderosas. La ficción fue siempre un territorio de afecto.
En 1984, sentado en la platea del Maipo, aplaudí el regreso de una actriz a los escenarios. La dictadura la había confinado a un largo exilio. Así, por por primera vez, escuché a Nacha.
A veces decido, que en sus primeras apariciones en la radio, ella me cantaba en la cuna.
294 páginas
© DK Editor
2024
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MIEL Y UNA NACHAS
Jugueterîa
Sin poder evitarlo, nací teniendo dos hermanos. La versión de mi madre es que estaba demasiado ocupada con las demandas de Javier y César, por lo que después de darme la mamadera, me acostaba en la cuna y prendía la radio para que me hiciese compañía.
Con el paso de los años, recuerdo una infancia feliz. Delante del televisor. “La mujer maravilla“, la Señorita Peel de “Los vengadores“ y “La mujer biónica“. Todas protectoras, todas poderosas. La ficción fue siempre un territorio de afecto.
En 1984, sentado en la platea del Maipo, aplaudí el regreso de una actriz a los escenarios. La dictadura la había confinado a un largo exilio. Así, por por primera vez, escuché a Nacha.
A veces decido, que en sus primeras apariciones en la radio, ella me cantaba en la cuna.
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